Huevos en la cancha
en un estadio de fútbol con verde prado
la temporada deportiva ha comenzado
la madre no deja a su prole, es fiel a su resguardo.
Los goles motivan el corazón, el público convierte su animo en canción.
Otra ave la observa a corta distancia
padre de preocupación y vigilia abnegada
estático cómo los postes de la iluminarias
de la descendencia no se aleja ni con pitazos ni patadas.
El juego estaba intenso, mi hijo en la portería se veía inmenso.
El guarda líneas es el padrino de aquella familia
hasta que llega el diez que asusta al momento que al centro dispara
un tiro libre genera una cierta ansiedad
con suspenso se alzan alas para un ataque si fuese necesidad.
La experiencia es amiga del arquero, manejar la frustración es la clave para ser triunfador.
Una carrera por la derecha y un balón que la defensa pelea
hacen reaccionar a padres que amenazan y de un salto revolotean
el partido es rápido y un gol lleva a los asistentes gritar
se vuelve al centro y los graznidos calman su ferocidad.
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