¿Alguien paga por la poesía?
Creo haber capturado el momento exacto en el que los escritos dejaron de ser valorados. En aquella época, los periódicos habían sido los encargados de buscar a los que tenían la suerte de leer en todos los rincones. Eran los años previos de las sangrientas guerras mundiales, contexto propicio para la disminución de la sensibilidad, lo que podría traer la disminución de empatía y con ello el aumento de la rudeza en los corazones.
Se detuvieron los sentires, sospechosos de movilización social. Las historias con sonidos musicales dejaron de escucharse. Los desganos y pragmatismos de los nuevos paradigmas, materialistas y del capital habrán hecho lo suyo. Las condiciones económicas; en otras palabras, la explotación del trabajo obrero, dejaron fuera lo creativo ya que no era necesario para los grandes ensamblajes industriales. Repetir movimiento y armar el producto fue un acto de sobrevivencia para la satisfacción de lo básico. La meta era no morir, industria o campo de batalla, cualquier escenario pensado por la clase alta y muy lejana.
Estética del privilegio adormecida por las estructuras de la rigidez. Estrategia política recurrente. Mi memoria me lleva a una infancia en Dictadura, no mirarnos a nosotros mismos como país, es condición para mantener un poder sin mayor reclamo popular. De ello tengo recuerdos, sueños profundos al ver en la televisión conciertos de piano, ballet y ópera. Gustos de quizás algún elevado señor de alta alcurnia, por supuesto aliada del poder militar, encargado de mantener la colonial intención de educar a una nueva generación.
Se detuvieron los sentires, sospechosos de movilización social. Las historias con sonidos musicales dejaron de escucharse. Los desganos y pragmatismos de los nuevos paradigmas, materialistas y del capital habrán hecho lo suyo. Las condiciones económicas; en otras palabras, la explotación del trabajo obrero, dejaron fuera lo creativo ya que no era necesario para los grandes ensamblajes industriales. Repetir movimiento y armar el producto fue un acto de sobrevivencia para la satisfacción de lo básico. La meta era no morir, industria o campo de batalla, cualquier escenario pensado por la clase alta y muy lejana.
Estética del privilegio adormecida por las estructuras de la rigidez. Estrategia política recurrente. Mi memoria me lleva a una infancia en Dictadura, no mirarnos a nosotros mismos como país, es condición para mantener un poder sin mayor reclamo popular. De ello tengo recuerdos, sueños profundos al ver en la televisión conciertos de piano, ballet y ópera. Gustos de quizás algún elevado señor de alta alcurnia, por supuesto aliada del poder militar, encargado de mantener la colonial intención de educar a una nueva generación.
No se paga por la poesía ya que nos puede traer lágrimas de melancolías.
Suspiros de reflexión y las inquietudes por la social transformación.
Belleza capturada por la clase acomodada que repetía en grandes escenarios
óperas primas desconectadas del mundo ordinario.
óperas primas desconectadas del mundo ordinario.
Poesía es inteligencia social, colectiva unidad que emancipadora levanta
diálogo y sueños que son construcción y resistencia.
diálogo y sueños que son construcción y resistencia.
El capitalismo nos somete a la esclavitud, nos condena y apropia de nuestros cuerpos.
Quehacer laboral de inseguridades, amenazas que nos dejan fatigados
Dinero doblega voluntades, más lo sensible aún no la ha conquistado.
Dinero doblega voluntades, más lo sensible aún no la ha conquistado.
Las humanidades satisfacen muchas de nuestras necesidades,
ésas que lograrán mantenerse lejos de lo material,
hasta que ciertos capitalistas cómplices con los militaristas y cientificistas
aprovechen los escenarios para vendernos píldoras de poesía
que nos activarán una que otra hormona de la alegría
y junto a ello por supuesto, los deseos de volver a comprar.
y junto a ello por supuesto, los deseos de volver a comprar.
Declaro para terminar, que poemas quiero desarrollar.
Un aprendiz de poeta con una tierna dedicatoria
para los que no sienten la costumbre de una lectura obligatoria.
para los que no sienten la costumbre de una lectura obligatoria.
Muy humilde comparto mi deseo,
remover una que otra sensibilidad
en definitiva es lo que planteo,
hacer reflexión con belleza y profundidad.
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Te dejo el link del poema completo
Te dejo el link del poema completo
Palabras muy acertadas. Necesitamos un mundo con menos empresarios y más poetas.
ResponderEliminarUn saludo, compañero de letras.
Sam A. C.
Gracias Samuel, cojo letras de un grande y actualizo su inquietud ... economía sin humanismo es desastre. Poesía y reflexión en este aprender haciendo. Saludo también para ti.
EliminarEn realidad todavía se sigue pagando por la poesía viva, pues esta sigue allí en forma de música, de canciones, y mientras los artistas quieran seguir cantando, tengan espacios para ello, y les paguen por ello: la poesía real y viva seguirá obteniendo remuneración, eso si... hasta ahora cada vez menor. Saludos
ResponderEliminarLa poesía se transforma y se adapta. Con sistemas que no enseñan a valorar y que evalúan para responder a criterios económicos las humanidades se ven muy aproblemadas . Pero saldrán adelante.. Gracias por tus saludos
EliminarEn mi opinión, ahora todo está muy automatizado, todo son móviles a donde vayas, a muchos jóvenes ya no les interesa demasiado leer, ya sea poesía o relatos cortos, las letras poco a poco dejan de importar pero, aquí seguimos nosotros, escribiendo incluso aunque muy pocos lo lean.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho esa pequeña poesía, muestras muy bien la realidad y la sociedad en la que vivimos, muy acertada y cercana. ¡Saludos!
Gracias LAURA, esas ganas de expresar no cesan y yo creo que son aporte. Saludos a ti también
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